La berenjena tiene un lugar especial en mi corazón. Me recuerda a mi abuela (obvio) y a mi mamá. Era algo que no me gustaba nada de chiquita. Me rehusaba a comerla, incluso.

No fue hasta mis treintas que me animé a probarla y la berenjena se convirtió en una de mis cosas favoritas. De inmediato sentí una conexión con todas las mujeres de mi familia que se emocionaban cada que una traía alguna receta nueva.

Pues aquí la mía y espero que les emocione tanto como a mi.

Ingredientes:

2 berenjenas
1 diente de ajo
2 cucharaditas de flor de sal
medio limón eureka
aceite de oliva
½ taza de jocoque seco
½ barra de queso Philadelphia
pimienta fresca
Perejil para decorar

Preparación:

Pon las berenjenas a tatemar directamente al fuego. Deben quedar totalmente carbonizadas. Sabes que están listas cuando están como a la mitad de su tamaño.
Parte las berenjenas a la mitad y saca la pulpa. No te preocupes si se va un poco de la cáscara. Le va a dar un sabor delicioso.
Machaca la berenjena en un bowl.
En un mortero muele el diente de ajo, medio limón y sal.
Agrega esto a la berenjena y mezcla. No lo batas y no lo metas en la licuadora. Debe quedar machacado pero no en puré.
En otro bowl mezcla el jocoque y el queso Philadelphia.
Ahora incorpora la mezcla del jocoque y queso con la berenjena. NO DEBE QUEDAR HOMOGÉNEO.
Termina de sazonar con más sal y un poco de pimienta.
Sirve con crudités y con pita tostado, en el ensaladero en forma de berenjena. 

#ZASHITUP