En el último año siento que hay un Mushroom Fever y de pronto me pasó que todo lo que tiene que ver con hongos es mi obsesión. Llevo meses queriendo ir a cosechar especímenes de temporada, así que me puse a investigar y después de mucho research encontré el lugar perfecto. Se llama “La Ruta de la Milpa” y está en CDMX. Leíste bien, ¡está en la ciudad! (en el límite con Edomex, pero sigue siendo mi amada Capital).

El equipo ZASH nos aventuramos a viajar a este restaurante dirigido por el Chef Jorge Córcega, quien nos dio la bienvenida personalmente con un profundo orgullo de compartir la tradición de esta región con nosotros. La Ruta de la Milpa se encuentra en una montaña con la vista más hermosa, rodeada de verde y naturaleza boscosa. El restaurante es una estructura de piedra con lindos jardines que te desconectan del exterior y te preparan para vivir un día conectada con la naturaleza.

Nos ofreció un delicioso café de olla y nos preparamos para ir al bosque. Quiero ser honesta -porque nunca pensé que fuera algo tan genuino, natural y aventurero- vete preparada para caminar, sudar, sorprenderte, maravillarte y explorar. Se necesita vestimenta para caminar en el bosque: botas, pantalón y abrigo. Hazme caso, no es día para ir de tacones.

El bosque de Milpa Alta es un ejido protegido por los habitantes de la demarcación. Para entrar, uno debe ir acompañado con una persona que forme parte del ejido. A nosotros nos acompañó el Sr. Felipe, experto en hongos y dónde se pueden encontrar. Viajamos alrededor de 50 minutos para llegar al bosque de Milpa Alta, la mitad del camino es terracería y hay mucho brinco.  Y cuando digo bosque, quiero decir exactamente eso. ¡Bosque!  Lleva un coche 4 x 4 para que no te quedes atrapado. 

Los paisajes para recorridos son como parte de un sueño. Grandes árboles, rodeado de paisajes verdes. Una vez que llegamos, caminamos alrededor de 15 minutos para encontrar los primeros hongos. El chef me indicó cuáles son para comer y cuáles son venenosos. Hay algunos tan tóxicos que no se pueden ni tocar (justo mis favoritos son los peores). 

Cosechamos hongos alrededor de una hora, Jorge nos enseñó cómo se cortan para que los hongos sigan creciendo los próximos años. Metimos nuestra cosecha en una canasta. En esta región los mejores hongos son las yemitas y las morillas. 

Subimos de vuelta a la camioneta y regresamos al restaurante donde el chef y su equipo cocinaron deliciosos platillos con nuestra cosecha. Mientras ellos preparaban la comida, nos ofrecieron un drink y Márgara y yo pusimos la mesa. 

Probamos unos deliciosos sopes con hongos, un risotto con hongos y limón y para finalizar, un filete con salsa de hongos. Uff la delicia de comer algo que cosechamos y elaborado con las técnicas tradicionales de la región pero con el know how de un chef que estudió en San Sebastián. ¿Se imaginan los sabores?

Les recomiendo 100% esta experiencia. Y no se preocupen si no es temporada de hongos, tienen experiencias de cosecha de milpa, nopales, y muchas cosas más. Lo que sí les digo es que se preparen para pasar el día completo. La experiencia inicia a las 9 am y termina alrededor de las 5 pm. 

Pusimos una mesa hermosa con platos de hongos que combinaron de maravilla con nuestra aventura de bosque. La Ruta de la Milpa fue el marco para el nuevo lanzamiento de las mesas de otoño de ZASH. Estrenamos cajas de hongos de Bordallo Pinheiro, mantelería de Toile en color rosa y todo fue hermoso. 

Les dejo el link para que no se pierdan de esta experiencia: 

https://www.rutadelamilpa.mx/


#QueChulaTuMesa